Angélica (Angelica archangelica)
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Angélica (Angelica archangelica)

La Angélica (Angelica archangelica) es una planta herbácea perenne originaria de Europa septentrional y central, particularmente de países como Islandia, Noruega y Suecia. Pertenece a la familia de las Apiáceas (Umbelliferae).

Esta planta crece en forma de roseta basal con tallos altos y huecos que pueden alcanzar hasta 2 metros de altura. Sus hojas son grandes, compuestas y divididas en foliolos dentados. Las flores de la Angélica son pequeñas y de color blanco o verdoso, dispuestas en umbelas compuestas que florecen en verano.

En cuanto a su hábitat, la Angélica prefiere suelos húmedos y fértiles, y a menudo se encuentra en lugares sombríos cerca de arroyos, ríos o áreas pantanosas. Se adapta bien a climas frescos y templados.

La Angélica es apreciada tanto por su valor ornamental como por sus usos culinarios y medicinales. Sus tallos y raíces se utilizan en la cocina como condimento en encurtidos, licores y dulces, mientras que sus hojas se pueden agregar a ensaladas o utilizar como hierba aromática.

Además, la Angélica tiene una larga historia de uso en la medicina herbal. Se cree que tiene propiedades carminativas, digestivas y diuréticas, y se ha utilizado tradicionalmente para tratar una variedad de dolencias, incluyendo trastornos gastrointestinales, problemas respiratorios y menstruales.

La Angélica (Angelica archangelica) es una planta que contiene una variedad de nutrientes beneficiosos para el cuerpo humano, aunque su perfil específico de vitaminas y minerales puede variar ligeramente según el suelo y las condiciones de crecimiento. Sin embargo, típicamente contiene:

  1. Vitaminas: La Angélica es rica en varias vitaminas, incluyendo vitamina A, vitamina C y algunas del complejo B, como la vitamina B6.
  2. Minerales: También es una fuente de minerales esenciales como el calcio, el magnesio, el potasio y el hierro.

Los beneficios para la salud asociados con la Angélica incluyen:

  1. Propiedades digestivas: Tradicionalmente, la Angélica ha sido utilizada para aliviar problemas digestivos como la indigestión, los gases y los espasmos estomacales.
  2. Propiedades antiinflamatorias: Se cree que los compuestos presentes en la Angélica tienen propiedades antiinflamatorias, lo que podría ayudar a reducir la inflamación y aliviar los síntomas de afecciones como la artritis.
  3. Propiedades expectorantes: La Angélica se ha utilizado para aliviar la congestión y promover la eliminación de mucosidad en las vías respiratorias, lo que puede ser beneficioso para tratar la tos y el resfriado común.
  4. Propiedades calmantes: Se cree que la Angélica tiene propiedades calmantes que pueden ayudar a reducir la ansiedad, el estrés y promover la relajación.

En cuanto a la cantidad recomendada para consumir, la Angélica se utiliza principalmente como hierba aromática en la cocina o como ingrediente en tés y tinturas. No hay una dosis estándar establecida para su consumo, pero se recomienda seguir las indicaciones del envase en el caso de suplementos, o utilizarla con moderación en la cocina. Como siempre, es importante consultar con un profesional de la salud antes de incorporar cualquier hierba o suplemento a tu dieta, especialmente si estás embarazada, amamantando o tienes condiciones médicas preexistentes.

La Angélica (Angelica archangelica) es una planta relativamente resistente, pero aún así requiere algunos cuidados para prosperar adecuadamente. Aquí tienes algunos consejos para su cuidado:

  1. Ubicación: La Angélica prefiere crecer en lugares frescos y sombreados, especialmente en climas cálidos. Sin embargo, también puede tolerar algo de sol de la mañana o de la tarde. Busca un lugar en tu jardín que reciba luz solar indirecta o sombra parcial.
  2. Suelo: El suelo ideal para la Angélica es rico, bien drenado y ligeramente ácido a neutro. Asegúrate de que el suelo tenga una buena capacidad de drenaje para evitar el encharcamiento, que puede provocar la pudrición de las raíces.
  3. Riego: La Angélica prefiere suelos húmedos pero no empapados. Riégala regularmente para mantener el suelo ligeramente húmedo, especialmente durante períodos secos. Evita el riego excesivo, ya que el exceso de agua puede causar problemas de pudrición de raíces.
  4. Fertilización: La Angélica no requiere mucha fertilización, pero puedes aplicar un fertilizante equilibrado una vez al año en primavera para promover un crecimiento saludable. Evita fertilizantes ricos en nitrógeno, ya que pueden estimular un crecimiento excesivo de follaje en detrimento de las raíces.
  5. Poda: Recorta las flores marchitas y los tallos muertos para promover una floración continua y un crecimiento saludable. También puedes podar la planta al nivel del suelo en otoño para rejuvenecerla.
  6. División: Cada pocos años, considera dividir las plantas más grandes para rejuvenecerlas y mejorar su salud general.
  7. Control de plagas y enfermedades: La Angélica es generalmente resistente a las plagas y enfermedades, pero ocasionalmente puede verse afectada por áfidos, pulgones u otros insectos. Inspecciona regularmente la planta y trata cualquier infestación temprana con métodos orgánicos o pesticidas suaves según sea necesario.

Siguiendo estos consejos de cuidado, deberías poder disfrutar de una Angélica saludable y vigorosa en tu jardín.